Pensamiento lateral vs Pensamiento vertical

En este epígrafe explicaremos las diferencias entre el pensamiento lateral y el pensamiento vertical, centrándonos en las teorías expuestas en clase y sobre todo en la obra "El pensamiento lateral. Manual de creatividad". De Bono, Edward (1970). Reino Unido: Paidós.

En primer lugar daremos una definición algo sencilla de ambos términos, para después pasar a un análisis en profundidad de ellos.

Hablaremos de pensamiento vertical cuando nos refiramos a procesamientos mentales lógicos, por secuencias o distintos pasos en los que se comprueba la lógica de cada uno de estos "avances", para llegar a una solución lógica, típica y razonada del problema. En el pensamiento vertical la información se usa con su valor intrínseco, para llegar eventualmente a una solución mediante su inclusión en modelos mentales existentes.

El término pensamiento lateral, fue acuñado por Edward de Bono en 1967, en su libro New Think: The Use of Lateral Thinking, que se refiere a la técnica que permite la resolución de problemas de una manera indirecta y con un enfoque creativo. El pensamiento lateral es una forma específica de organizar los procesos de pensamiento, que busca una solución mediante estrategias o algoritmos no ortodoxos, que normalmente serían ignorados por el pensamiento lógico. "En el pensamiento
lateral la información se usa no como fin, sino sólo como medio para provocar una
disgregación de los modelos y su reestructuración automática en ideas nuevas y originales."(De Bono, 1970).

Estudio de los conceptos y diferencias entre ambos.

En la sociedad que vivimos hoy en día la mayoría de las personas conocen el pensamiento vertical como única forma de pensamiento efectiva, ya que es la que sigue unos razonamientos más lógicos y razonados. Sin embargo, esta no es la única manera de procesamiento de ideas y según qué tarea vayamos a realizar debemos elegir entre uno de los dos modelos. Normalmente eligiremos el modelo según qué clase de resultado queramos obtener de él. Pongamos dos ejemplos que nos ayudarán a diferenciar su uso. Estoy escribiendo una nota en una libreta y se me rompe la punta del lápiz, tengo sacapuntas y soluciono fácilmente el problema. Esto haría alusión a un pensamiento más lógico y vertical. La cosa cambiaría si digo que soy pintor y estoy haciendo un boceto para dibujar una catedral y se me ha roto la punta del lápiz pero aunque tarde el doble de tiempo, voy a probar a sacarle punta con una cuchilla, de manera que podré modelar el filo del carboncillo a mi gusto para conseguir ciertas texturas que voy persiguiendo. Este pensamiento sería un pensamiento más lateral y creativo frente al otro más lógico.
Estamos de acuerdo en que los dos son apropiados en ambas situaciones, pero depende de qué clase de resultado persigamos obtener, es más adecuado uno u otro.

A continuación estudiemos los rasgos que diferencian ambos conceptos, siguiendo al autor De Bono, Edward "El pensamiento lateral. Manual de creatividad"(1970). Reino Unido: Paidós.

"El pensamiento vertical es selectivo; el pensamiento lateral es creador" (De Bono, 1970)

Con esta sentencia Edward De Bono explicaba que lo importante en el pensamiento vertical es la corrección lógica del encadenamiento de las ideas. Lo que quiere decir que dentro del pensamiento vertical lo que importa es la búsqueda del método más prometedor para conseguir nuestro objetivo. Esto supone que aún cuando apenas se ha diseñado un camino para conseguir un objetivo, rechazamos algunos caminos ya que tenemos una idea con más peso lógico y menos refutable que las demás, y a la que siguen una serie de sucesos lógicos que es previsible que sucedan.

Mientras que en el pensamiento lateral lo importante es la efectividad de las conclusiones. No busca seguir un camino pautado y previsible sino que analiza todos los caminos previsibles, sus ventajas y desventajas, combina unos caminos con otros, o busca caminos nuevos que le sirvan para conseguir el resultado esperado.

"El pensamiento vertical se mueve sólo si hay una dirección en que moverse; el pensamiento
lateral se mueve para crear una dirección." (De Bono, 1970)

El pensamiento vertical elige la dirección más adecuada en la cual se prevee una solución o consecuencia, para ello necesita un enfoque y una técnica de estudio ya aprendida anteriormente, de lo que se vale en todo momento el pensamiento vertical. Dentro de estas limitaciones saca todo el jugo posible a ese camino elegido. En el pensamiento lateral se aspira al cambio y al movimiento como medios para una reestructuración de los modelos de conceptos. Esto significa que lo importante no es movernos solamente en la dirección que creemos adecuada sino movernos, y que el propio movimiento acabe por encontrar alguna solución. Quizás en algunas situaciones suponga distanciamiento del objeto de búsqueda para estimular la mente cuando todavía el proceso está sin madurar. Aunque este movimiento no es un fin en sí mismo, sino que sirve para estimularnos e ir hacia un replanteamiento de la cuestión desde términos con los que no la habíamos abordado antes.

"El pensamiento vertical se basa en la secuencia de las ideas; el pensamiento lateral puede efectuar saltos" (De Bono, 1970)

El pensamiento vertical se basa en la secuencia de ideas siguiendo éstas unos criterios de lógica y razón, cuando se llega a una conclusión se comprueba la solidez de la idea según la solidez de los pasos dados para llegar a ella. Por ello tiene un problema, sólo se puede avanzar de modo gradual, puesto que para conseguir una idea nueva se tiene que tener clara la idea anterior y no se pueden hacer saltos y rellenar más tarde esa idea antigua siguiendo el orden de la nueva. Todo ello supone una serie de limitaciones importantes.
Sin embargo, en el pensamiento lateral los pasos no tienen que seguir ningún orden determinado. Podemos llegar al objetivo en un par de pasos o razonamientos y más tarde concretar los pasos anteriores para que trabajen al servicio de nuestro objetivo, ya visualizado el modo de obtenerlo. Cuando llegamos a una solución, no se le suele otorgar una validez según el camino que se ha seguido, sino que puede ser válida independientemente del camino. Otras veces, construimos un camino lógico a partir de la solución a la que queremos llegar.

"En el pensamiento vertical cada paso ha de ser correcto; en el pensamiento lateral no es
preciso que lo sea" (De Bono, 1970)

Como ya hemos explicado, la esencia del pensamiento vertical se sustenta en la corrección absoluta de cada paso que damos. El pensamiento vertical es la forma de pensamiento y análisis que utilizan la mayoría de las ciencias como las Matemáticas o la Medicina.
En el pensamiento lateral no es necesario que cada paso sea absolutamente correcto y razonado sino que lo importante es que la solución sea correcta casi por sí sola.

"En el pensamiento vertical se usa la negación para bloquear bifurcaciones y desviaciones
laterales; en el pensamiento lateral no se rechaza ningún camino." (De Bono, 1970)

En el pensamiento lateral se pueden elegir opciones que aunque sean erróneas nos conduzcan a la solución. A veces la invalidez de éstas opciones viene dada por el contexto tradicional de la situación, pero si se reestructura el contexto quizás podamos conseguir que nuestras opciones sean válidas o aunque no lo sean nos puedan servir para llegar de una manera sutil a la solución. De hecho en el pensamiento lateral muchos fallos y errores en el proceso de pensamiento son indispensables para llegar a una solución magnífica que no habríamos podido encontrar dentro de unos métodos más lógicos de pensamiento. Muchos de los grandes inventos de la historia contemporánea provienen de una serie de fallos que podrían rozar el absurdo, pero que quizás sin esos fallos no se habrían podido estimular estas mentes creativas para llegar a lugares donde quizás no se habría podido llegar sin estimular la mente mediante divagaciones.


"En el pensamiento vertical se excluye lo que no parece relacionado con el tema; en el
pensamiento lateral se explora incluso lo que parece completamente ajeno al tema" (De Bono, 1970)

El pensamiento vertical es selectivo, de modo que si ciertos factores estan muy alejados del punto de estudio, los obviará y no jugará con ellos para ver cómo afectan a su objeto de estudio. Por tanto se encierra dentro de unos modelos establecidos, por lo que presenta limitaciones. En cambio, al problema estudiado por el pensamiento lateral se asocian factores externos a fin de provocar una disgregación de los modelos en sus partes componentes ya que no es posible reestructurarlos desde dentro: cuanto menor es la relación de una idea con un tema dado, mayor es la posibilidad de que altere su configuración establecida. Además, al tratar ideas no relacionadas con el tema, conseguimos un alejamiento momentáneo del tema, lo que puede suponer ciertos estímulos mentales que nos lleven a conseguir la solución creativa que andábamos buscando, gracias a las infinitas conexiones mentales que podemos poseer.





"En el pensamiento vertical las categorías, clasificaciones y etiquetas son fijas; en el
pensamiento lateral no lo son" (De Bono, 1970)

En el pensamiento vertical las categorías, clasificaciones y etiquetas tienen carácter
permanente, y las ideas pueden usarse sólo si están señaladas con algunos distintivos que
permitan su identificación. En el pensamiento lateral se modifican las etiquetas a medida que el contexto cambia. Esto se hace como resultado de enfoques diferentes. Las clasificaciones y las categorías no son casillas marcadas con el nombre de su contenido, sino letreros señalando diferentes direcciones: las etiquetas se fijan sólo con carácter provisional, para permitir dar mayor movilidad a las ideas. También se nos permite alterarlas según nuestras necesidades.
El pensamiento vertical se basa en la rigidez de las definiciones, de la misma manera
que en la ciencia matemática las operaciones se basan en el carácter inalterable de los
símbolos. En cambio, el pensamiento lateral utiliza la fluidez de los significados, de
manera análoga a como el ingenio emplea un repentino cambio de significado para producir
su efecto.

"El pensamiento vertical sigue los caminos más evidentes; el pensamiento lateral los menos
evidentes" (De Bono, 1970)

El pensamiento lateral busca deliberadamente los enfoques menos obvios. Este
mecanismo constituye un principio básico, y a menudo la fidelidad al mismo es la única razón de explorar un camino que, por otra parte, carecería de interés y que, sin embargo,
eventualmente puede conducir a una solución valiosa. A veces, en la entrada de dicho
camino nada indica que valga la pena explorarlo y, no obstante, puede conducir a algo útil.
En el pensamiento vertical se tiende a seguir el camino más espacioso y señalizado como
la dirección correcta.

"El pensamiento vertical es un proceso finito: el pensamiento lateral, un proceso
probabilístico." (De Bono, 1970)

"Con el pensamiento vertical se confía en llegar a una solución; con el pensamiento
lateral no se garantiza necesariamente una solución, simplemente se aumentan las
probabilidades de una solución óptima mediante la reestructuración de los modelos. Es decir, el pensamiento vertical ofrece al menos una solución, mientras que el pensamiento

lateral incrementa sólo la posibilidad de llegar a una mejor solución. El pensamiento lateral aumenta las probabilidades de una solución perspicaz, incrementándose con la adquisición de una mayor práctica de su uso: no obstante, el resultado permanece supeditado a la ley de las probabilidades. Es esta posibilidad de obtener una solución óptima, a veces muv superior a la solución de origen lógico. el factor que confiere al pensamiento lateral su valor. En toda ocasión que el pensamiento vertical se manifiesta incapaz de elaborar una solución adecuada, ha de recurrirse al pensamiento lateral para intentar su consecución, aun cuando las probabilidades sean reducidas, porque nada se pierde con el intento." (E. De Bono, 1970)

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